13. El jabalí del bosque nos devora, y los animales salvajes, y las bestias salvajes se alimentan de nosotros.
14. Regresa, te lo suplicamos, oh Dios todopoderoso, y bendícenos. ¡Mira desde el cielo, contempla nuestra situación y cuida esta viña tuya!
15. ¡Es la raíz que plantaste con tu diestra! ¡Es el vástago que has criado para ti!
16. Porque nuestros enemigos nos han destrozado y quemado. ¡Que perezcan ellos con un solo movimiento de tus ojos!
17. Fortalece al que amas, al hijo elegido por ti,
18. y jamás te volveremos a abandonar. Revívenos para que volvamos a invocar tu nombre.