2. Dios dice: «Cuando yo lo decida, juzgaré al malvado.
3. Cuando la tierra tiemble y todos sus habitantes vivan agitados, sus columnas estarán firmes porque yo soy quien las sostiene».
4. ¡Advertí a los orgullosos que dejaran su arrogancia! Dije a los malvados que no fueran soberbios.
5. Que no levantaran su puño desafiando a los cielos o que hablaran con orgullo.
6. Porque nadie en la tierra, desde el este hasta el oeste ni aun en el desierto, puede enaltecer a nadie;
7. sino sólo Dios es el que juzga: a unos humilla y a otros enaltece.
8. En la mano del SEÑOR hay una copa de espumante vino mezclado con especias; cuando él lo derrame, todos los malvados tendrán que beberlo hasta la suciedad del fondo.
9. En cuanto a mí, eternamente proclamaré las alabanzas del Dios de Jacob.
10. Aniquilaré la altivez de todos los impíos, y exaltaré el poder de los justos.