2. En cuanto a mí, ¡qué cerca estuve del borde del precipicio! Ya mis pies resbalaban y estaba a punto de despeñarme.
3. Porque yo envidiaba la prosperidad de los orgullosos y malvados.
4. Ellos parece que viven una vida sin problemas; sus cuerpos son fuertes y saludables.
5. No se ven angustiados como toda la gente o cargados de problemas como los demás,
6. y por eso lucen su orgullo como collar de piedras preciosas, y sus ropas están tejidas de crueldad.