1. Al director musical. De David, el siervo del SEÑOR.En el fondo del corazón de los malvados acecha el pecado. No tienen temor de Dios que los refrene.
2. Por el contrario, en su vanidad no pueden ver lo malvado que son.
3. Todo lo que dicen es torcido y engañoso; ya no son sabios ni buenos.
4. Se pasan la noche despiertos, tramando sus perversos planes se aferran a su mal camino, en vez de pensar cómo mantenerse alejados del mal.
5. Tu firme amor, SEÑOR, es grande como los cielos. Tu fidelidad va más allá de las nubes.