Salmos 3:3-8 Nueva Biblia al Día (NBD)

3. Pero, SEÑOR, tú eres mi escudo, mi gloria, tú mantienes en alto mi cabeza.

4. Clamé al SEÑOR a voz en cuello, y él me respondió desde su monte santo.

5. Luego me acosté y dormí en paz, y desperté a salvo, porque el SEÑOR velaba por mí.

6. Y ahora, aunque diez mil adversarios me tengan cercado, no tengo miedo.

7. «¡Levántate, oh SEÑOR! ¡Sálvame, Dios mío!» ¡Rómpele la quijada a mi enemigo! ¡Rómpele los dientes a los malvados!

8. La salvación viene de Dios. Envía su bendición a todo su pueblo.

Salmos 3