38. Los aplasté. Ya no pudieron levantarse. Les puse el pie sobre el cuello.
39. Porque tú me has armado con fuerte armadura para la batalla. Mis enemigos tiemblan ante mí y caen derrotados a mis pies.
40. Los hiciste volverse y huir; destruí a cuantos me odiaban.
41. Gritaron pidiendo ayuda, pero nadie se atrevió a rescatarlos; clamaron al SEÑOR, pero él se negó a responderles.
42. De modo que los hice polvo y los lancé al viento. Los arrojé como basura del piso.
43. Me diste la victoria en toda batalla. Vinieron las naciones y me sirvieron. Hasta los que yo no conocía vinieron a postrarse ante mí.