Salmos 18:30-35 Nueva Biblia al Día (NBD)

30. ¡Qué grandioso es él! ¡Cuán perfecto en todo! Todas sus promesas se cumplen. Es escudo para todo aquel que tras él se refugia.

31. Porque, ¿quién es Dios sino nuestro SEÑOR? ¿Quién es la roca sino nuestro Dios?

32. Él me llena de fortaleza y me protege por dondequiera que voy.

33. Hace mis pies tan seguros como los de la cabra montés en las laderas. Me lleva a salvo por los riscos.

34. Me prepara para la batalla y me da fuerza para tensar un arco de bronce.

35. Me has dado tu salvación como escudo. Tu mano derecha, SEÑOR, me sostiene; tu bondad me ha engrandecido.

Salmos 18