17. porque la Escritura le dice esto al faraón:“Te hice rey precisamente para mostrar en ti mi poder y para que mi nombre sea proclamado en el mundo entero.”
18. Como ven, Dios se apiada de quien él quiere, y endurece a quien él quiere endurecer.
19. Entonces, me dirás: “¿Por qué nos condena Dios si nadie puede oponerse a lo que él quiere hacer?”