Romanos 5:13-21 Nueva Biblia al Día (NBD)

13. Antes de la ley, la humanidad pecaba; pero como no había ley, no se le podía declarar culpable de haberla transgredido.

14. Lo cierto es que, desde los días de Adán hasta Moisés, la gente experimentó la muerte. Claro, su pecado no fue como el de Adán, que transgredió un mandato de Dios. Este Adán fue figura de aquel que habría de venir.

15. Sin embargo, no hay comparación entre el pecado de Adán y el regalo que Dios nos da: El primer hombre provocó la muerte de muchos con su pecado; pero por el amor de otro hombre, Jesucristo, abundó para muchos el amor y el regalo gratuito de Dios.

16. Aquel pecado de un solo hombre no puede compararse con el regalo de Dios. Por un pecado vino la condenación a muchos, mientras que por causa de muchos pecados vino el regalo de Dios que nos hace justos.

17. El pecado de aquel solo hombre trajo por consecuencia el imperio de la muerte; pero por causa de otro hombre, Jesucristo, reinarán en vida los que reciben la abundancia del amor y del don gratuito de Dios por el cual nos hace justos.

18. Así como por el pecado de uno vino la condenación a todos los seres humanos, de la misma manera, la justicia de uno nos hace justos y nos da vida.

19. En otras palabras, al desobedecer a Dios, Adán hizo que nos volviéramos pecadores, pero Cristo, que obedeció, nos hizo aceptables ante Dios.

20. La ley vino después para que aumentara el pecado; pero si el pecado aumentó muchísimo, mucho mayor ha sido el amor gratuito de Dios.

21. De la misma manera como el pecado se enseñoreó de la humanidad y la condujo a la muerte, así también la gracia de Dios reina, nos hace justos y nos da vida eterna a través de Jesucristo nuestro Señor.

Romanos 5