3. En efecto, las Escrituras dicen que Abraham creyó a Dios, y por eso Dios lo declaró justo.
4. Quien trabaja recibe su paga no como un regalo sino como algo que se ganó.
5. En cambio, quien no hace obras para que Dios lo considere bueno, pero cree que Dios lo hace justo por creer, esa fe se le cuenta para declararlo justo.
6. David se refirió a esto al describir la alegría de la persona a quien Dios declara inocente sin haber hecho nada para merecerlo.
7. “Dichosos ”, dijo, “aquellos cuyos pecados han sido perdonados y olvidados.
8. Sí, dichosa la persona a quien el Señor no le toma en cuenta los pecados".
9. ¿Es esta dicha sólo para los judíos o también para todos? Ya hemos afirmado que a Abraham Dios lo hizo justo por la fe.
10. ¿Cuándo sucedió eso? Fue antes de hacerse judío, es decir, antes que lo circuncidaran.
11. Primero creyó y luego fue circuncidado. Y esa circuncisión fue como un sello, como una señal de que Dios lo había hecho justo por creer en él. Sucedió así para que Abraham fuera el padre de todos los creyentes que nunca han sido circuncidados, para mostrarles que ellos pueden ser declarados justos al creer en Dios.
12. Abraham, por supuesto, es también padre de quienes, además de estar circuncidados, siguen el ejemplo de la fe que tuvo cuando aún no se había circuncidado.