1. Entonces, ¿de qué vale ser judío? ¿De qué sirve la circuncisión?
2. Hay muchas ventajas. En primer lugar, Dios les encomendó a los judíos su palabra.
3. Es cierto que muchos de ellos han sido incrédulos, pero, ¿acaso puede Dios faltar a sus promesas por esa razón?
4. ¡Por supuesto que no! Aunque el mundo entero sea mentiroso, Dios no lo es. ¿Recuerdan lo que está escrito?: Serás considerado justo por lo que dices y saldrás victorioso cuando te sometan a juicio.
5. Pero si nuestra injusticia hace que se vea con más claridad la justicia de Dios, ¿qué podemos responder a quien dice esto? ¿Diremos que Dios es injusto cuando nos castiga?
6. ¡Dios nos libre! Si así fuera, ¿cómo podría Dios juzgar al mundo?
7. Pero ¿cómo podría juzgarme Dios por ser pecador, si con mi mentira resalta su verdad, para su gloria?”
8. Si así fuera, podríamos llegar a esta conclusión: “Hagamos el mal para que nos vaya bien.” Los que dicen tales cosas tienen bien merecida la condenación. ¡Y hay quién se atreve a decir que esto es lo que yo enseño!
25-26. Dios ofreció a Jesucristo como sacrificio por nuestros pecados. Cuando creemos esto, Dios nos perdona todos nuestros pecados pasados, pues nos tiene paciencia. De esa manera da a conocer su justicia y muestra que él es justo y que nos hace justos por tener fe en Cristo Jesús.