Romanos 1:24-32 Nueva Biblia al Día (NBD)

24. Por eso Dios los dejó caer en toda clase de suciedades y los dejó hacer lo que les viniera en gana. Así, deshonraron sus propios cuerpos unos con otros.

25. Esto fue por cambiar la verdad de Dios y deliberadamente creer en la mentira; por adorar a las criaturas y no a Dios que las creó, el cual es bendito por todos los siglos.

26. Por eso Dios dejó que se desbordaran en sus pasiones vergonzosas. Llegaron hasta el punto de que sus mujeres actuaban en contra de la naturaleza y se entregaron al sexo unas con otras.

27. También los hombres, en vez de tener relaciones sexuales con mujeres, se encendieron en sus deseos entre ellos mismos y cometieron actos vergonzosos hombres con hombres. Y como consecuencia, recibieron en sus propios cuerpos el pago que bien se merecían.

28. A tal grado llegaron que, al no querer ni siquiera tener en cuenta a Dios, él los abandonó para que hicieran lo que sus mentes corruptas pudieran concebir.

29. Se entregaron a toda clase de injusticias e inmoralidades sexuales, de perversidad, avaricia y maldad. Están llenos de envidias, homicidios, contiendas, engaños y perversidades.

30. Hablan mal de los demás con mentiras; son enemigos de Dios, insolentes, engreídos, vanidosos; inventan nuevas formas de pecar y continuamente desobedecen a sus padres.

31. Fingen que no entienden y quebrantan sus promesas. No tienen afecto por nadie ni sienten compasión por los demás.

32. Saben muy bien que el castigo que impone Dios por esos delitos es la muerte; y sin embargo, continúan cometiéndolos y se deleitan cuando otras personas los practican.

Romanos 1