10. Elijan mi instrucción en lugar de la plata, y el conocimiento en lugar del oro puro».
11. Porque la sabiduría vale mucho más que las piedras preciosas; nada se puede comparar con ella.
12. Yo, la sabiduría, habito con el buen juicio, y sé dónde encontrar discernimiento y conocimiento.
13. El que teme al SEÑOR aborrece el mal; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el hablar perverso.
14. Son míos el consejo y el sentido común; son míos el entendimiento y el poder.
15. Por mí reinan los reyes y los gobernantes dictan leyes justas.
16. Por mí gobiernan los príncipes y los nobles dictan leyes justas.
17. Amo al que me ama, y los que me buscan, sin duda me hallarán.
18. Tengo riquezas, honra, bienes y prosperidad para repartir.
19. Lo que yo doy es mejor que el oro más fino; mi salario es mejor que la plata refinada.
20. Yo voy por el camino de la rectitud, por las sendas de la justicia.