1. El SEÑOR detesta las balanzas falsas, pero le agradan las pesas exactas.
2. El orgullo te lleva hacia la deshonra; la humildad, hacia la sabiduría.
3. A los justos los guía su honestidad; a los falsos los destruye su hipocresía.
4. De nada servirán las riquezas en el día del juicio, pero la justicia te librará de la muerte.
5. La justicia endereza el camino de los rectos, pero los malvados caerán por sus mismos pecados.
6. La justicia libera a los rectos, pero la codicia atrapa a los traidores.
7. Cuando muere el malvado, todas sus esperanzas e ilusiones de poder, mueren con él.
8. El justo se salva de la calamidad, pero la desgracia le sobreviene al malvado.
9. Las palabras del malvado destruyen a su prójimo, pero por medio del conocimiento se libra el justo.
10. Cuando el justo prospera, la ciudad entera se alegra; cuando el malvado muere, la ciudad grita de alegría.
11. La bendición de los justos hace prosperar la ciudad, pero la boca de los malvados la destruye.
12. El imprudente desprecia a su prójimo, pero el prudente guarda silencio.