1. ¡No te alegres, Israel! ¡No hagas fiesta como las otras naciones! Porque has abandonado a tu Dios y te has portado como una prostituta, pues te entregas a los ídolos y te alegras con ellos más que por las cosechas de trigo que yo te regalo.
2. Por lo tanto en adelante tus cosechas serán raquíticas y tu vino de pésima calidad.
3. Ya no puedes permanecer más en esta tierra que el SEÑOR te ha dado; Efraín será llevado cautivo a Egipto y a Asiria, y tendrá que comer alimentos impuros.
4. Allí, lejos de tu hogar, no tendrás vino para ofrendar al SEÑOR, ni le podrás ofrecer ningún sacrificio ritual que le sea grato. El pan que comerán allá será como el pan que se sirve en un velorio, que contamina a todos los que se lo comen. Ese alimento sólo les calmará el hambre, pero no podrán usarlo como ofrenda para el SEÑOR.