1. Israel, vuelve a ser fiel al SEÑOR, tu Dios, pues tu maldad te ha hecho caer en tan desastrosa situación.
2. Ven con confianza, presenta tu ruego delante del SEÑOR, y dile: «SEÑOR, quítanos nuestra inclinación a cometer maldades; muestra tu bondad hacia nosotros y recíbenos de nuevo, y te ofreceremos cantos de gratitud.
3. Asiria no nos puede salvar, ni tampoco nuestra poderosa caballería; nunca más confiaremos en los ídolos que hemos hecho con nuestras manos, pues solamente en ti, SEÑOR, los huérfanos encuentran misericordia».
4. Entonces el SEÑOR dirá: «¡Yo te curaré de la idolatría y de la infidelidad, y mi amor no conocerá límites, pues mi cólera se habrá aplacado para siempre!
5. Yo seré de nuevo para Israel su Dios amoroso y proveedor. Lo refrescaré como lo hace el rocío del cielo, y lo haré florecer como el lirio, y echará raíces profundas como los árboles del Líbano.
6. Volverá a crecer como si fuera un árbol frondoso. Sus ramas se extenderán y serán tan hermosas como las de los olivos y tan fragantes como los cedros del Líbano.
7. Volverán a habitar en su tierra bajo mi protección; de nuevo sembrarán sus campos y cosecharán trigo en abundancia; cultivarán sus viñas y harán un vino que será tan famoso como los vinos del Líbano.