4. Pero Nadab y Abiú murieron delante del SEÑOR en el desierto del Sinaí, porque utilizaron un fuego diferente al que Dios les había indicado. Y como no tenían hijos, sólo quedaron Eleazar e Itamar para ayudar a su padre Aarón.
5. Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés:
6. «Convoca a la tribu de Leví y preséntalos a Aarón, para que sean sus ayudantes.
10. Pero sólo Aarón y sus hijos están autorizados para desempeñar este cargo; cualquiera otro que se atreva a hacerlo morirá».
11. Además el SEÑOR le dijo a Moisés:
12. «He aceptado a los levitas en sustitución de todos los primogénitos del pueblo de Israel. Los levitas me pertenecen
13. a cambio de todos los primogénitos. Desde el día en que maté a todos los primogénitos de los egipcios, me he reservado para mí a todos los primogénitos de Israel, tanto de hombres como de animales. Son míos: Yo soy el SEÑOR».
14. El SEÑOR le habló de nuevo a Moisés en el desierto del Sinaí, diciéndole:
15. «Haz el censo de la tribu de Leví, indicando el clan a que pertenece cada persona; cuenta todos los hombres desde un mes de nacidos en adelante».
38. La zona este del santuario estaba reservada para las tiendas de Moisés y de Aarón y sus hijos, quienes tenían la responsabilidad máxima sobre el santuario, en representación del pueblo de Israel. (Si alguien que no fuera sacerdote ni levita entraba en el santuario, debía ser ejecutado.)
39. Así que los levitas, contados por Moisés y Aarón por mandamiento del SEÑOR, sumaban veintidós mil varones de más de un mes de edad.
40. Entonces el SEÑOR le dijo a Moisés: «Ahora haz un censo de todos los primogénitos de Israel de más de un mes de nacidos; e inscríbelos por sus nombres.
41. Los levitas serán míos en sustitución de los primogénitos de Israel; y el ganado de los levitas es mío en sustitución de los primogénitos del ganado de toda la nación. Yo soy el SEÑOR».
42. Así, pues, Moisés hizo el censo de todos los primogénitos de Israel, como el SEÑOR había ordenado,