2. Balac hizo lo que Balán le pedía, y sacrificó un becerro y un carnero en cada altar.
3. Entonces Balán le dijo al rey: «Quédate junto al altar de los sacrificios y yo iré a ver si el SEÑOR se encuentra conmigo. Entonces te diré lo que él me diga».Subió luego hacia una cumbre solitaria,
4. y Dios lo encontró allí.—He preparado siete altares y he sacrificado un becerro y un carnero en cada uno —dijo Balán al SEÑOR.
5. Entonces el SEÑOR le dio a Balán un mensaje para el rey Balac.
6. Cuando Balán regresó, el rey estaba de pie junto a las ofrendas que deben quemarse en forma completa con todos los, príncipes de Moab.
7. Este fue el mensaje de Balán:«Balac, rey de Moab, me trajo de la tierra de Aram, desde las montañas orientales.“Ven”, me dijo, “maldice a Jacob en favor mío.Deja que tu ira se alce contra Israel”.
8. »Pero, ¿cómo puedo yo maldecir lo que Dios no ha maldecido?¿Cómo puedo yo amenazar a un pueblo que Dios no ha amenazado?
9. Los he visto desde las altas cumbres, los he observado desde las colinas.Viven solos, y prefieren ser distintos a cualquiera otra nación.
10. Son numerosos como el polvo, no se pueden contar.¡Quién pudiera morir tan feliz como un israelita!¡Oh, si yo pudiera terminar mi vida como termina la de ellos!»
11. —¿Qué me has hecho? —preguntó el rey Balac—. ¡Yo te dije que maldijeras a mis enemigos, pero tú los has bendecido!
12. —¿Puedo decir algo distinto de lo que el SEÑOR me ha dicho?
13. Entonces Balac le dijo:—Ven conmigo a otro lugar. Allí sólo verás una parte del pueblo de Israel. Maldice por lo menos a esa parte.
14. El rey Balac tomó a Balán y lo llevó a los campos de Zofín en la cumbre del monte de Pisgá, y edificó allí siete altares y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.
15. Entonces Balán le dijo al rey:—Quédate allí junto a los altares mientras yo voy a encontrarme con el SEÑOR.
16. Y el SEÑOR se encontró con Balán y le dijo lo que tenía que decir.
17. Luego Balán regresó con el rey y sus príncipes que estaban de pie junto a los altares.—¿Qué te ha dicho el SEÑOR? —le preguntó ansiosamente el rey.
18. Y la respuesta de Balán fue:«Levántate, Balac, y escucha:Escúchame, tú; hijo de Zipor.