Números 20:2-17 Nueva Biblia al Día (NBD)

2. Al ver que no había suficiente agua en aquel lugar, el pueblo nuevamente se rebeló contra Moisés y Aarón,

3. y se formó un gran tumulto:«Ojalá hubiésemos muerto junto con los hermanos nuestros que Dios mató —lloraban ante Moisés—.

4. Deliberadamente nos trajiste a este desierto para que muramos nosotros, nuestras vacas y ovejas.

5. ¿Por qué nos hiciste salir de Egipto y nos trajiste a este lugar tan malo? ¿Dónde están las tierras fértiles, las cosechas maravillosas, los higos, los viñedos, y el ganado que decías que encontraríamos? Aquí ni siquiera hay agua para beber».

6. Moisés y Aarón se apartaron y fueron a la entrada del santuario donde se postraron sobre sus rostros delante del SEÑOR; y la gloria del SEÑOR se les apareció.

7. Y el SEÑOR le dijo a Moisés:

8. «Toma la vara de Aarón y tú y Aarón convoquen al pueblo. Delante de ellos ordénale a la roca que produzca agua. La roca dará agua suficiente para todo el pueblo y su ganado».

9. Moisés hizo lo que se le había ordenado: Tomó la vara del lugar donde era guardada delante del SEÑOR,

10. y él y Aarón convocaron al pueblo y los hicieron reunirse junto a la roca. Luego les dijo:«Oigan, rebeldes. ¿Hemos de sacar agua de esta roca?»

11. Moisés levantó la vara y golpeó la roca dos veces y el agua brotó, y el pueblo y el ganado bebieron.

12. Pero el SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: «Por cuanto no me creyeron ni me honraron delante del pueblo de Israel, no serán ustedes quienes los conduzcan a la tierra que yo les he prometido».

13. El lugar fue llamado Meribá (Aguas de la rencillas), porque allí el pueblo de Israel se rebeló contra el SEÑOR, y allí les mostró que era un Dios santo.

14. Cuando llegaron a Cades, Moisés envió el siguiente mensaje al rey de Edom: «Somos los descendientes de tu hermano Israel. Tú sabes nuestra triste historia.

15. Nuestros antepasados tuvieron que emigrar a Egipto y se quedaron allí por mucho tiempo, y luego los egipcios los esclavizaron.

16. Pero cuando clamamos al SEÑOR, él nos oyó y envió un ángel que nos sacó de Egipto, y ahora estamos en Cades acampados en los límites de tu tierra.

17. Permítenos pasar por tu país. Prometemos no pasar por los plantíos ni por los viñedos; ni siquiera beberemos agua de tus pozos. No nos saldremos del camino principal y no lo dejaremos hasta que hayamos cruzado la frontera al otro lado».

Números 20