1. El pueblo de Israel entró en el desierto de Zin en abril, y acampó en Cades, donde María murió y fue sepultada.
2. Al ver que no había suficiente agua en aquel lugar, el pueblo nuevamente se rebeló contra Moisés y Aarón,
3. y se formó un gran tumulto:«Ojalá hubiésemos muerto junto con los hermanos nuestros que Dios mató —lloraban ante Moisés—.
4. Deliberadamente nos trajiste a este desierto para que muramos nosotros, nuestras vacas y ovejas.
5. ¿Por qué nos hiciste salir de Egipto y nos trajiste a este lugar tan malo? ¿Dónde están las tierras fértiles, las cosechas maravillosas, los higos, los viñedos, y el ganado que decías que encontraríamos? Aquí ni siquiera hay agua para beber».
6. Moisés y Aarón se apartaron y fueron a la entrada del santuario donde se postraron sobre sus rostros delante del SEÑOR; y la gloria del SEÑOR se les apareció.
7. Y el SEÑOR le dijo a Moisés:
8. «Toma la vara de Aarón y tú y Aarón convoquen al pueblo. Delante de ellos ordénale a la roca que produzca agua. La roca dará agua suficiente para todo el pueblo y su ganado».
9. Moisés hizo lo que se le había ordenado: Tomó la vara del lugar donde era guardada delante del SEÑOR,
10. y él y Aarón convocaron al pueblo y los hicieron reunirse junto a la roca. Luego les dijo:«Oigan, rebeldes. ¿Hemos de sacar agua de esta roca?»
11. Moisés levantó la vara y golpeó la roca dos veces y el agua brotó, y el pueblo y el ganado bebieron.
12. Pero el SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: «Por cuanto no me creyeron ni me honraron delante del pueblo de Israel, no serán ustedes quienes los conduzcan a la tierra que yo les he prometido».
13. El lugar fue llamado Meribá (Aguas de la rencillas), porque allí el pueblo de Israel se rebeló contra el SEÑOR, y allí les mostró que era un Dios santo.