29. Si estos hombres mueren en forma natural; de algún accidente o enfermedad común, el SEÑOR no me ha enviado.
30. Pero si el SEÑOR hace un milagro y la tierra se abre y se los traga juntamente con todo lo que les pertenece, y entran vivos en el Seol entonces se sabrá que estos hombres han despreciado al SEÑOR.
31. Apenas había acabado de decir estas palabras; cuando la tierra se abrió debajo de los rebeldes,
32. y una gran grieta se los tragó junto con sus tiendas; familias y amigos que estaban con ellos y con todo lo que poseían.
33. De esta manera entraron vivos en el Seol y la tierra se cerró sobre ellas y perecieron.
34. Todo el pueblo de Israel huyó gimiendo, temeroso de que la tierra también se los tragara a ellos.