14. Lo han contado a los habitantes de esta tierra, que saben bien que tú estás con Israel y que tú hablas con Israel cara a cara. Ellos ven la columna de nube y fuego que está sobre nosotros, y saben que tú nos diriges y nos proteges día y noche.
15. Si matas a este pueblo, las naciones que habrán oído de tu fama dirán:
16. “El SEÑOR les ha dado muerte porque no tuvo suficiente poder para introducirlos en la tierra que juró que les daría”.
17. »Oh SEÑOR, muestra tu gran poder,
18. misericordia y gran paciencia perdonando nuestros pecados. Perdónanos aun cuando dijiste que no dejarías pecado sin castigo, y que castigas las faltas del padre en los hijos hasta la tercera y cuarta generación.
19. Perdona los pecados de este pueblo por tu amor magnífico, así como muchas veces los has perdonado desde que salimos de Egipto».
20. —Bien, los perdonaré de la manera que me has pedido —respondió el SEÑOR—.
21. Pero juro por mi propio nombre que, así como la tierra está llena de mi gloria,
22. ninguno de los hombres que vieron mi gloria y los milagros que hice en Egipto y en el desierto (y diez veces se negaron a confiar en mí y a obedecerme)
23. verá la tierra que les prometí a sus antepasados.
24. Pero mi siervo Caleb es diferente: me ha obedecido en todo. Lo haré entrar en la tierra donde ya ha estado, y sus descendientes poseerán una buena parte de ella.
25. Pero ahora, puesto que el pueblo de Israel teme a los amalecitas y a los cananeos que viven en los valles, mañana regresarán al desierto en dirección al Mar Rojo.
26. Entonces el SEÑOR les dijo a Moisés y a Aarón:
27. —¿Hasta cuando se quejará de mí este pueblo perverso?