1. Entonces el pueblo comenzó a llorar en alta voz y se pasaron la noche llorando.
2. Elevaron sus voces como un gran coro de quejas en contra de Moisés y Aarón.«Preferiríamos haber muerto en Egipto —se quejaban— o aun aquí en el desierto,
3. antes que entrar a ese país que tenemos ante nosotros. El SEÑOR permitirá que nos maten allí y nuestras esposas e hijos serán esclavos. Regresemos a Egipto».
4. La idea corrió por el campamento:«Elijamos a un caudillo y regresemos a Egipto».
5. Entonces Moisés y Aarón se postraron en tierra delante del pueblo de Israel;
6. dos de los espías, Josué hijo de Nun y Caleb, hijo de Jefone, rasgaron su ropa
7. y le dijeron al pueblo:—Tenemos un país maravilloso por delante
8. y el SEÑOR nos ama. Él hará que entremos sanos y salvos en la tierra y nos la entregará. Es una tierra muy fértil, una tierra de la que verdaderamente fluye leche y miel.
9. No se rebelen contra el SEÑOR y no teman al pueblo que habita en aquella tierra. Los venceremos fácilmente. El SEÑOR está con nosotros y se ha apartado de ellos. No teman.
36-38. Los diez espías que habían incitado la rebelión contra el SEÑOR y habían llenado de temor los corazones del pueblo fueron los primeros en morir delante del SEÑOR. Josué y Caleb fueron los únicos que quedaron con vida.