1. El pueblo empezó pronto a quejarse, y el SEÑOR lo oyó. Su furor se encendió contra ellos a causa de sus quejas, y el fuego del SEÑOR empezó por destruir a los que se encontraban en uno de los extremos del campamento.
2. Entonces ellos clamaron a Moisés, y cuando éste oró por ellos, el fuego se apagó.
3. Desde entonces aquel lugar se conoció con el nombre de Taberá (Incendio), porque el fuego del SEÑOR ardió allí.
4-5. El populacho que iban con ellos empezó a añorar las cosas buenas de Egipto. A esto se sumó el resto de los israelitas que, descontentos, empezaron a llorar diciendo:«¡Quién nos diera carne! ¡Ah, si tuviéramos un poco del delicioso pescado que comíamos gratis en Egipto, y pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos!
6. Pero aquí estamos perdiendo las fuerzas, y todos los días tenemos que conformarnos con este maná».
7. Y era el maná del tamaño de una semilla de cilantro, y tenía el aspecto de gotas de resina de árbol.
8. El pueblo lo recogía del suelo y lo machacaba para convertirlo en harina, lo hervía después y hacía tortas con él. Sabía a tortas fritas con aceite de oliva.
9. El maná caía con el rocío de la noche.