2. Delante de sus amigos y de los oficiales del ejército samaritano, dijo:—¿Qué hace ese grupito de judíos pobres y débiles? ¿Piensan que se les permitirá reconstruir, para que vuelvan a ofrecer sus sacrificios? ¿Acaso creen que ese trabajo lo pueden terminar en un día? ¡Miren las piedras calcinadas que están sacando de la basura para volverlas a usar!
3. Tobías el amonita, que estaba junto a él, agregó:—¡Valiente construcción! ¡Si un zorro camina sobre el muro, lo derrumba!
4. Entonces yo oré:«Oye, Dios nuestro, cómo se burlan de nosotros. Haz que sus burlas caigan sobre sus propias cabezas, y que sean llevados cautivos a tierra extraña.
5. No pases por alto su pecado, ni olvides su maldad, pues han insultado a los que reconstruyen la muralla».
6. El muro fue completado hasta la mitad de su altura original alrededor de toda la ciudad, porque los obreros trabajaron arduamente.
7. Pero cuando Sambalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los asdodeos oyeron que la obra estaba avanzando y que las brechas de la muralla estaban siendo reparadas, se enfurecieron.
8. Se pusieron de acuerdo para atacar a Jerusalén y producir desánimo en la gente.
9. Pero nosotros oramos a nuestro Dios y colocamos guardias que vigilaran de día y de noche.
10. Como si eso fuera poco, los de Judá comenzaron a quejarse, y decían:«Los cargadores están muy cansados, y todavía quedan muchos escombros para botar. ¡Jamás podremos reconstruir la muralla!»
11. Mientras tanto, nuestros enemigos estaban planeando caer sobre nosotros y matarnos, para poner fin a nuestro trabajo.
12. Pero algunos judíos que vivían en medio de ellos venían, una y otra vez, a avisarnos de sus planes y nos indicaban por dónde pensaban atacarnos.