Nehemías 2:1-4 Nueva Biblia al Día (NBD)

1. Cuatro meses después, un día de abril, yo estaba sirviendo el vino al rey; y él me preguntó:—¿Por qué estás tan triste? ¿No estarás enfermo? Tu cara revela que tienes alguna preocupación.Hasta entonces yo siempre me había mostrado alegre delante de él. Sentí un gran temor,

3. pero le respondí:—¡Deseo larga vida a Su Majestad! Pero, ¿cómo no voy a estar triste, si la ciudad donde están las tumbas de mis antepasados está en ruinas, y sus puertas están quemadas?

4. —Bien, ¿qué podemos hacer? —preguntó el rey.Elevé una oración al Dios del cielo pidiendo su ayuda, y le contesté al rey:—Si agrada a Su Majestad, y si en verdad usted quiere ayudarme, envíeme a Judá, para reconstruir la ciudad de mis padres.

11-12. Tres días después de mi llegada a Jerusalén, me levanté durante la noche y salí acompañado de unos cuantos hombres. Yo no le había contado a nadie los planes que Dios había puesto en mi corazón acerca de Jerusalén. Yo iba montado en mi burro y mis acompañantes iban a pie.

14-15. Seguimos hasta la puerta de la Fuente y al estanque del Rey, pero mi burro no pudo pasar a través de las ruinas. Entonces, todavía de noche, subí por el arroyo e inspeccioné la muralla; luego volví a entrar por la puerta del Valle.

Nehemías 2