14. En cambio, estrecha es la puerta y angosto el camino que conducen a la vida, y muy pocas personas los hallan.
15. »Cuídense de los falsos maestros que se les acercan disfrazados de ovejas, pero en realidad son lobos capaces de destrozarlos.
16. De la misma manera que uno puede identificar un árbol por los frutos que lleva, así podrán identificar a esos falsos profetas por la forma en que se comportan. ¿Quién confunde una vid con un espino o una higuera con abrojos?
17. El buen árbol produce buenos frutos; y el malo, malos frutos.
18. Es imposible que un buen árbol produzca frutos desagradables. Por otro lado, es imposible que un mal árbol produzca buenos frutos.
19. Por eso los árboles que dan malos frutos se cortan y se queman.
20. Igualmente, una persona se conoce por las acciones que realiza.
21. »No todos los que se dirijan a mí llamándome “Señor, Señor”, entrarán en el reino de los cielos. Allí sólo entrarán los que obedezcan a mi Padre que está en el cielo.
22. El día del juicio muchos me dirán: “Señor, nosotros predicamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios y realizamos muchísimos milagros”.
23. Pero yo les responderé: “A ustedes nunca los conocí. Apártense de mí, porque sus obras son malignas”.