36. y luego se sentaron a contemplarlo.
37. En la cruz, por encima de la cabeza de Jesús, habían puesto un letrero que decía: «Este es Jesús, el Rey de los judíos».
38. Junto a él, uno a cada lado, crucificaron también a dos ladrones.
39. La gente que pasaba por allí se burlaba de él y meneando la cabeza decía:
40. —¿No afirmabas tú que podías destruir el templo y reedificarlo en tres días? Pues veamos: Si de verdad eres el Hijo de Dios, ¡bájate de la cruz!
41. Los principales sacerdotes, escribas, fariseos y ancianos también se burlaban de él.