Mateo 26:25-33 Nueva Biblia al Día (NBD)

3-4. En aquel mismo instante, los principales sacerdotes y los funcionarios judíos se reunían en la residencia de Caifás, el sumo sacerdote, y discutían sobre la manera de capturar a Jesús a espaldas del pueblo y matarlo.

25. Judas se le acercó también y le preguntó:—¿Soy yo, Maestro?—Sí. Tú lo has dicho.

26. Mientras comían, Jesús tomó un pedazo de pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos.—Tomen. Cómanlo; esto es mi cuerpo.

27. Tomó luego una copa de vino, la bendijo y también la dio a sus discípulos.—Beban esto,

28. porque esto es mi sangre que sella el nuevo pacto. Mi sangre se derramará para perdonar con ella los pecados de infinidad de personas.

29. Recuerden: No volveré a beber de este vino hasta el día en que beba con ustedes del nuevo vino en el reino de mi Padre.

30. Después de estas palabras, cantaron un himno y se fueron al monte de los Olivos.

31. Allí Jesús les dijo:—Esta noche ustedes se alejarán de mí desilusionados, porque las Escrituras dicen que Dios herirá al pastor y las ovejas del rebaño se dispersarán.

32. Pero después que resucite, iré a Galilea a encontrarme con ustedes.

33. —Aunque los demás te abandonen, yo jamás te abandonaré —le dijo Pedro.

Mateo 26