Mateo 26:14-31 Nueva Biblia al Día (NBD)

3-4. En aquel mismo instante, los principales sacerdotes y los funcionarios judíos se reunían en la residencia de Caifás, el sumo sacerdote, y discutían sobre la manera de capturar a Jesús a espaldas del pueblo y matarlo.

14. Entonces Judas Iscariote, uno de los doce apóstoles, se presentó ante los principales sacerdotes

15. y les preguntó:—¿Cuánto me pagan si les entrego a Jesús?—Treinta piezas de plata.

16. Desde ese momento, Judas buscaba la ocasión propicia para traicionar a Jesús.

17. El primer día de las ceremonias pascuales en que los judíos se abstenían de comer pan con levadura, los discípulos le preguntaron a Jesús:—¿Dónde quieres que preparemos la cena de Pascua?

18. —Vayan a la ciudad, a la casa de quien ya saben, y díganle que mi tiempo está cerca y que deseo celebrar la Pascua en su casa, con mis discípulos.

19. Los discípulos obedecieron y prepararon allá la cena.

20-21. Aquella noche, mientras comía con los doce, dijo:—Uno de ustedes me va a traicionar.

22. Entristecidos, cada uno de los discípulos le fue preguntando:—¿Seré yo, Señor?

23. y él fue respondiendo a cada uno:—Es el que va a comer conmigo en el mismo plato.

24. Es cierto, voy a morir como está profetizado, pero pobre del hombre que me traiciona. Habría sido mejor si no hubiera nacido.

25. Judas se le acercó también y le preguntó:—¿Soy yo, Maestro?—Sí. Tú lo has dicho.

26. Mientras comían, Jesús tomó un pedazo de pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos.—Tomen. Cómanlo; esto es mi cuerpo.

27. Tomó luego una copa de vino, la bendijo y también la dio a sus discípulos.—Beban esto,

28. porque esto es mi sangre que sella el nuevo pacto. Mi sangre se derramará para perdonar con ella los pecados de infinidad de personas.

29. Recuerden: No volveré a beber de este vino hasta el día en que beba con ustedes del nuevo vino en el reino de mi Padre.

30. Después de estas palabras, cantaron un himno y se fueron al monte de los Olivos.

31. Allí Jesús les dijo:—Esta noche ustedes se alejarán de mí desilusionados, porque las Escrituras dicen que Dios herirá al pastor y las ovejas del rebaño se dispersarán.

Mateo 26