1. Jesús les relató otras parábolas que describían el reino de los cielos:
2. «El reino de los cielos puede ilustrarse con el cuento de un rey que preparó un gran banquete en celebración de la boda de su hijo.
3. Envió muchísimas invitaciones, y cuando el banquete estuvo listo, mandó un mensajero a notificar a los convidados que ya podían ir. ¡Pero nadie fue!
4. Envió a otros siervos a decirles que fueran pronto, que no se demoraran, que ya los asados estaban listos.
5. Algunos de los invitados se rieron de los mensajeros y se fueron a sus labranzas o negocios;
6. y los otros tomaron a los mensajeros y, tras golpearlos y afrentarlos, los mataron.
7. El rey, enojado, ordenó al ejército que acabara con aquellos asesinos y quemara la ciudad.
8. Entonces dijo: “El banquete está listo, pero los que estaban invitados han mostrado que no eran dignos de la invitación.
9. Por eso, vayan ahora por las esquinas e inviten a todo el mundo”.
18-19. Jesús, que sabía lo que se traían entre manos, les dijo:—¡Hipócritas! ¿A quién se creen que están tratando de engañar con preguntas como ésas? Enséñenme una moneda.Y ellos le mostraron una moneda romana de plata.
25-26. Pues bien, hubo una vez una familia de siete hermanos. El primero de éstos se casó y murió sin tener hijos, por lo cual la viuda se casó con el segundo hermano. Aquel hermano también murió sin tener hijos, y la esposa se casó con el siguiente hermano. El caso se fue repitiendo de manera tal que aquella señora fue esposa de los siete hermanos.
27-28. Pero a la mujer le llegó también la hora de morir. Dinos, ¿de cuál de los hermanos será esposa cuando resuciten? ¡En vida lo fue de los siete!