4. los envía al campo con la promesa de que les pagará lo que sea justo al final de la jornada.
5. »Al mediodía y a las tres de la tarde hace lo mismo.
6. »A las cinco de la tarde se encuentra en el pueblo a otros desocupados y les pregunta: “¿Por qué no están trabajando?”
7. “Porque nadie nos ha contratado”, le responden. “Pues váyanse a trabajar a mi finca, y les pagaré lo que sea justo”.
8. »Por la noche, el pagador fue llamando a cada uno de los obreros para pagarles, comenzando por los últimos que habían contratado.
9. A los que llegaron a las cinco les pagó un denario.
10. Los que habían llegado primero, al ver lo que recibieron los que llegaron de último, pensaron que a ellos se les pagaría mucho más. Pero se les pagó también un denario.
11. »Claro, inmediatamente uno de ellos protestó ante el dueño:
12. “Esa gente trabajó sólo una hora y le están pagando lo mismo que a nosotros que trabajamos de sol a sol”.
13. »“Amigo”, le contestó el dueño, “¿no quedamos en que se te iba a pagar un denario al día?
16. »Así, pues, los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros.