2. Allí Jesús se transfiguró delante de los discípulos. Su rostro se volvió brillante como el sol, y su ropa blanca como la luz.
3. De pronto, Moisés y Elías aparecieron y se pusieron a hablar con él.
4. Pedro, atónito, balbució:—Señor, ¡qué bueno que nos pudiéramos quedar aquí! Si quieres, podemos hacer tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
5. Pero mientras hablaba, una nube resplandeciente los cubrió y una voz dijo desde la nube:«Este es mi Hijo amado; en él me complazco. Obedézcanlo».
6. Los discípulos se postraron en tierra temblando de miedo.
7. Jesús se les acercó y los tocó.—Levántense —les dijo—. No tengan miedo.
8. Y al levantar la mirada, encontraron a Jesús solo.
9. Al descender de la montaña, Jesús les ordenó que no le dijeran a nadie lo que habían visto, hasta que él se levantara de entre los muertos.
10. Los discípulos le preguntaron:—¿Por qué los maestros de religión insisten en que Elías regresará antes que aparezca el Mesías?
11. —Ellos tienen razón —les respondió Jesús—. Elías tiene que venir a poner las cosas en orden.
12. Y, en efecto, ya vino, pero en vez de reconocerlo, lo trataron con la misma crueldad con que me tratarán a mí, que soy el Hijo del hombre.
13. Los discípulos comprendieron que se refería a Juan el Bautista.
14. Cuando llegaron al valle, la gente los esperaba; y un hombre corrió y se puso de rodillas ante Jesús.