Mateo 16:18-28 Nueva Biblia al Día (NBD)

18. Tú eres Pedroh, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y los poderes del infierno no prevalecerán contra ella.

19. Te daré las llaves del reino de los cielos: la puerta que cierres en la tierra se cerrará en el cielo; y la puerta que abras en la tierra se abrirá en el cielo.

20. A continuación les suplicó que no le dijeran a nadie que él era el Mesías.

21. Desde entonces empezó a explicarles claramente que era imprescindible que fuera a Jerusalén, que allí sufriría mucho en manos de los dirigentes judíos; y que, aunque al fin lo matarían, a los tres días resucitaría.

22. Pedro, inquieto, lo llamó aparte y lo reprendió:—¡Dios guarde, Señor! —le dijo—. ¡A ti no te puede pasar eso que dices!

23. —¡Apártate de mí, Satanás! —dijo Jesús mirando a Pedro—. ¡Me eres un estorbo! ¡Estás mirando las cosas desde el punto de vista humano y no del divino!

24. Y dijo luego a los discípulos:—Si alguien desea seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.

25. Porque el que trate de vivir para sí, perderá la vida; pero el que pierda la vida por mi causa, la hallará.

26. ¿De qué les sirve ganarse el mundo entero y perder la vida eterna? ¿Habrá algún valor terrenal que compense la pérdida del alma?

27. Yo, el Hijo del hombre, vendré con los ángeles en la gloria de mi Padre y juzgaré a cada persona según sus obras.

28. Y algunos de los que están aquí ahora mismo no morirán sin verme venir en mi reino.

Mateo 16