31. Así que no teman, que para Dios ustedes valen más que muchos pajarillos.
32. »Si alguno declara ante la gente que es mi seguidor, yo declararé a su favor ante mi Padre que está en los cielos.
33. Pero al que me niegue públicamente, también yo lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
34. No crean que vine a traer paz a la tierra. ¡Vine a traer guerras!;
35. a poner al hijo contra su padre, a la hija contra su madre, a la nuera contra su suegra.
36. ¡Cada quien tendrá a sus peores enemigos en su propia casa!
37. El que ame a su padre o madre más que a mí, no es digno de ser mío; y el que ame a su hijo o hija más que a mí, no es digno de ser mío.
38. Y el que se niegue a tomar la cruz y seguirme, no es digno de ser mío.
39. El que se apegue demasiado a su vida, la perderá; pero el que renuncie a ella porque me ama, la salvará.
40. »El que los reciba a ustedes me estará recibiendo a mí; y el que me reciba está recibiendo al que me envió.
41. Quien reciba a un profeta por el hecho de que es profeta, recibirá la misma recompensa que reciben los profetas. Y quien reciba a un hombre justo sólo porque es justo, recompensa de justo recibirá.
42. Y el que le dé al más humilde de mis discípulos un vaso de agua por el simple hecho de que es mi discípulo recibirá su recompensa: esto se lo aseguro yo a ustedes».