Marcos 5:5-26 Nueva Biblia al Día (NBD)

5. Día y noche vagaba solitario por los sepulcros y los montes gritando e hiriéndose con piedras afiladas.

6. Cuando vio a lo lejos que Jesús se acercaba, corrió a su encuentro, cayó de rodillas ante él

7. y gritó con fuerza:—¡Qué tienes contra mí, Jesús, Hijo del Dios altísimo? ¡Te suplico por Dios que no me atormentes!

10. Los demonios le suplicaron que no los enviara lejos de aquella región.

11. Y como había por allí, cerca del cerro, un enorme hato de cerdos comiendo,

12. le suplicaron los demonios:—Envíanos a los cerdos y déjanos entrar en ellos.

13. Al asentir Jesús, los espíritus inmundos salieron del hombre y entraron en los cerdos, que se precipitaron al lago por un despeñadero y se ahogaron. Eran como dos mil animales.

14. Los que cuidaban los cerdos corrieron a dar la noticia en la ciudad y en los campos, y la gente salió a ver lo que había sucedido.

15. Cuando llegaron a donde estaba Jesús, vieron sentado allí, vestido y en su pleno juicio, al que había estado endemoniado. Y les dio mucho miedo.

16. Al contarles los testigos presenciales lo ocurrido,

17. le pidieron a Jesús que se fuera de allí.

18. Jesús ya iba a regresar en la barca cuando se le acercó el que había estado endemoniado y le suplicó que lo dejara ir con él.

19. Pero Jesús le dijo:—No. Vete a tu casa, con los tuyos, y cuéntales las maravillas que el Señor ha hecho contigo, y cómo tuvo misericordia de ti.

20. Aquel hombre recorrió la Decápolis contando las grandes cosas que Jesús había hecho con él. Y la gente se maravillaba al oírlo.

21. Cuando Jesús desembarcó en la otra orilla del lago, una enorme multitud se reunió a su alrededor.

22. De la multitud se adelantó un hombre que se postró a los pies de Jesús. Era Jairo, uno de los jefes de la sinagoga.

23. —Señor —le suplicaba—, mi hija se está muriendo. Ven y pon tus manos sobre ella, porque yo sé que puedes hacer que viva.

26. Hacía mucho que sufría en manos de los médicos, y a pesar de haber gastado todo lo que tenía, en vez de mejorar estaba peor.

Marcos 5