27. Jesús los miró fijamente y les respondió:—Humanamente hablando, nadie. Pero para Dios no hay imposibles. Todo es posible para Dios.
28. Pedro comenzó a reclamarle: ¿Qué de nosotros, que hemos dejado todo por seguirte?
29. Le contestó Jesús:—Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o tierras por amor a mí y por amor al evangelio,
30. recibirá en este mundo cien veces más: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, aunque con persecuciones. Y en el mundo venidero recibirá la vida eterna.