19. Ya sabes los mandamientos: “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no defraudarás, honra a tu padre y a tu madre”.
20. —Maestro, todo esto lo he obedecido desde que era joven.
21. Jesús lo miró con amor y le dijo:—Sólo te falta una cosa: ve, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoros en el cielo. Luego ven y sígueme.
22. Al oír esto, el hombre se afligió y se fue muy triste. ¡Tenía tantas riquezas!
23. Jesús mirando alrededor les dijo a sus discípulos:—¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de Dios!
24. Esto les sorprendió a los discípulos. Pero Jesús repitió: —Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de los cielos!
25. Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.
26. Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros:—¿Y entonces, quién se puede salvar?
27. Jesús los miró fijamente y les respondió:—Humanamente hablando, nadie. Pero para Dios no hay imposibles. Todo es posible para Dios.
28. Pedro comenzó a reclamarle: ¿Qué de nosotros, que hemos dejado todo por seguirte?
29. Le contestó Jesús:—Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o tierras por amor a mí y por amor al evangelio,
30. recibirá en este mundo cien veces más: casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, aunque con persecuciones. Y en el mundo venidero recibirá la vida eterna.
31. Pero muchos de los que son los primeros serán los últimos y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros.
32. Iban subiendo hacia Jerusalén y Jesús marchaba a la cabeza. Detrás iban los discípulos asombrados, y los otros que los seguían iban llenos de miedo. Una vez más Jesús llamó aparte a los doce y les habló de lo que le sucedería cuando llegaran a Jerusalén.
33. —Miren, cuando lleguemos, el Hijo del hombre será entregado a los principales sacerdotes y maestros de la ley, y ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los extranjeros.
34. Se burlarán de él, lo escupirán, lo maltratarán a latigazos y lo matarán. Pero al tercer día resucitará.