22. Entonces, con las manos extendidas hacia la gente, Aarón los bendijo, y descendió del altar.
23. Moisés y Aarón entraron al santuario. Cuando salieron, bendijeron nuevamente al pueblo, y la gloria del SEÑOR se apareció delante de toda la congregación.
24. Entonces descendió fuego de la presencia del SEÑOR, que consumió la ofrenda y la grasa que había sobre el altar. Cuando el pueblo vio esto, dio gritos de júbilo y adoró al SEÑOR.