Levítico 8:17-29 Nueva Biblia al Día (NBD)

17. El becerro, la piel y el excremento fueron quemados fuera del campamento, de acuerdo con lo que el SEÑOR le había ordenado a Moisés.

18. Después de esto presentó al SEÑOR el carnero para el holocausto. Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del animal

19. y Moisés lo mató y roció la sangre alrededor del altar.

20. Enseguida descuartizó el carnero, quemó las partes, la cabeza y la grasa.

21. A continuación lavó los intestinos y las extremidades en agua y los quemó sobre el altar, de modo que todo el carnero se consumió delante del SEÑOR. Fue una ofrenda quemada de muy grato olor al SEÑOR, por cuanto Moisés había seguido en forma estricta las órdenes que él le había dado.

22. A continuación Moisés ofreció el otro carnero, el carnero de la consagración. Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del animal,

23. y luego Moisés lo mató, tomó sangre y puso un poco en la oreja derecha, en el pulgar derecho de la mano y del pie derecho de Aarón.

24. Luego puso sangre en el lóbulo de la oreja derecha y en el pulgar de la mano derecha y el dedo gordo del pie derecho de los hijos de Aarón. El resto de la sangre lo roció a todo lo largo y ancho del altar.

25. Luego tomó la grasa, la cola, la grasa que cubre los intestinos y el hígado, los dos riñones con su grasa y el muslo derecho,

26. y tomó del canastillo un pan sin levadura, una torta amasada con aceite y una hojaldre, y puso todo esto sobre la grasa y el muslo derecho.

27. Todo fue puesto en las manos de Aarón y de sus hijos para que lo ofrecieran al SEÑOR, meciéndolo delante del altar.

28. Moisés entonces lo recibió de las manos de ellos y lo quemó sobre el altar, junto con el holocausto ofrecido al SEÑOR, que se sintió complacido con esta ofrenda. Fue un sacrificio por la ordenación, una ofrenda de grato olor al SEÑOR.

29. A continuación, Moisés tomó el pecho, lo meció y se lo presentó al SEÑOR, delante del altar. Ésta era la porción del carnero de la consagración que correspondía a Moisés, de acuerdo con las instrucciones que el SEÑOR le había dado.

Levítico 8