31. Se le quitará al animal toda la grasa, siguiendo el mismo procedimiento de la ofrenda de acción de gracias, y el sacerdote la quemará sobre el altar, como una ofrenda de grato olor al SEÑOR. De esta manera el sacerdote hará expiación por aquel hombre, y éste recibirá el perdón.
32. »Pero si prefiere presentar un cordero como ofrenda por el pecado, deberá ser una hembra sin defecto.
33. La llevará al lugar donde se hacen los holocaustos, pondrá la mano sobre la cabeza del animal y lo sacrificará allí como una ofrenda por su pecado.
34. El sacerdote mojará el dedo en la sangre y la untará sobre los cuernos del altar del holocausto, y todo el resto de la sangre la derramará al pie del altar.
35. La grasa la usará siguiendo el mismo procedimiento del sacrificio del cordero en la ofrenda de acción de gracias: el sacerdote quemará la grasa en el altar, como en los demás sacrificios ofrecidos al SEÑOR en el fuego; y hará expiación por el hombre, y éste recibirá el perdón de sus pecados.