5. »Los sacerdotes no se recortarán el pelo ni la punta de la barba; ni se harán cortes en la carne.
6. Serán santos delante de su Dios, y no deshonrarán ni profanarán su nombre, de otro modo serán indignos de presentar las ofrendas quemadas delante del SEÑOR su Dios.
7. »El sacerdote no se casará con una prostituta, ni con una mujer de otra tribu, ni con una mujer divorciada, porque es un hombre consagrado a Dios.
8. El sacerdote ha sido apartado para ofrecer los sacrificios a su Dios; es santo, porque yo, el SEÑOR que lo santifico, soy santo.
9. »La hija de un sacerdote que se haga prostituta y deshonre así tanto la santidad de su padre como la suya propia, será quemada viva.
10. »El sumo sacerdote ha recibido la unción especial y usa las vestiduras especiales, y por eso no debe descubrirse, ni rasgar sus vestiduras,
11. ni acercarse a un cadáver, aun cuando sea su padre o su madre.