1. El SEÑOR ordenó a Moisés que les diera a los sacerdotes, descendientes de Aarón, estas instrucciones: «No deben tocar ningún muerto, pues eso los hará impuros.
2-3. Tan solo se les permite hacerlo en caso de que el muerto sea un pariente cercano, como su madre, su padre, su hijo, su hija, su hermano, o su hermana soltera por la que tenga especial responsabilidad, por cuanto ella no tiene marido.
4. El sacerdote es jefe de su pueblo, así que es diferente de cualquier otro hombre del pueblo. Por eso, no debe contaminarse con lo que es impuro.
5. »Los sacerdotes no se recortarán el pelo ni la punta de la barba; ni se harán cortes en la carne.
6. Serán santos delante de su Dios, y no deshonrarán ni profanarán su nombre, de otro modo serán indignos de presentar las ofrendas quemadas delante del SEÑOR su Dios.
14-15. No puede casarse con una viuda, ni con una divorciada, ni con una prostituta. Debe casarse con una virgen de su propia tribu, porque él no puede ser padre de hijos de sangre mixta, mitad sacerdotal y mitad de persona común. Yo soy el SEÑOR que lo santifica».
16-17. El SEÑOR le ordenó a Moisés que le dijera a Aarón: «A través de todas las generaciones, cualquier descendiente tuyo que tenga algún defecto físico no podrá ofrecer sacrificio delante de Dios.