49. y sea de color verdusco o rojizo, será llevado al sacerdote para que examine la mancha.
50. El sacerdote aislará el objeto por siete días
51. y examinará la mancha nuevamente el séptimo día. Si se ha extendido, se trata de un hongo maligno.
52. Entonces el artículo, sin importar del material que sea, deberá ser quemado, porque es un hongo maligno que debe ser destruido por fuego.
53. »Pero, si al examinarlo nuevamente al séptimo día, el sacerdote observa que la mancha no se ha extendido,
54. ordenará que se lave el artículo y que se aísle por otros siete días.
55. Si después de ese plazo la mancha no ha cambiado de color, aun cuando no se haya extendido, se quemará la prenda, pues es impura.
56. »Pero si el sacerdote ve que la mancha ha disminuido después lavar la prenda, solo cortará la parte en la cual está la mancha.
57. Si la mancha vuelve a aparecer en la prenda, ésta será quemada.
58. Si después de lavarla no reaparece la mancha, se podrá usar nuevamente, lavándola por segunda vez, y la prenda será declarada pura».
59. Éstas son las normas acerca de las manchas que se descubren en la ropa o en otras cosas hechas de piel o de cuero, para determinar si esas prendas deben considerarse puras o impuras.