38. »Si una persona, hombre o una mujer, presenta manchas blancuzcas en la piel,
39. pero éstas se están oscureciendo, no es lepra. Se trata sólo de una infección común de la piel. Por eso, dicha persona es pura.
40. »Si un hombre pierde el cabello, aunque quede calvo, no es leproso.
41. El que pierde el cabello de la frente es calvo, pero no es leproso.
42. Pero si en la calva le sale una mancha de color rojizo, puede tratarse de un caso de lepra.
43. El sacerdote lo examinará, y si ve que la mancha es de color rojizo, como de lepra,
44. se trata efectivamente de lepra, y el sacerdote así lo declarará.
45. »La persona en la que se encuentre una infección deberá rasgar su ropa, andar despeinada, cubrirse el rostro hasta el labio superior y anunciar mientras camina: “¡Soy impuro! ¡Soy impuro!”
46. Mientras dure la enfermedad será considerado impuro, y tendrá que vivir fuera del campamento.
47-48. »Cuando aparezca una mancha en un vestido de lana o de lino, o en un objeto de piel o en un utensilio de cuero,
49. y sea de color verdusco o rojizo, será llevado al sacerdote para que examine la mancha.
50. El sacerdote aislará el objeto por siete días
51. y examinará la mancha nuevamente el séptimo día. Si se ha extendido, se trata de un hongo maligno.
52. Entonces el artículo, sin importar del material que sea, deberá ser quemado, porque es un hongo maligno que debe ser destruido por fuego.
53. »Pero, si al examinarlo nuevamente al séptimo día, el sacerdote observa que la mancha no se ha extendido,
54. ordenará que se lave el artículo y que se aísle por otros siete días.