9. Algunos de los hombres estaban escondidos en la pieza contigua, de modo que tan pronto como ella lo hubo atado, exclamó: —¡Sansón, los filisteos están aquí!Pero él reventó los mimbres verdes como si hubieran sido hilo de algodón y no fue descubierto su secreto.
10. Dalila le dijo:—Te estás burlando de mí. Me has mentido. Dime, ¿cómo se te puede vencer?
11. —Si me atan con cuerdas nuevas que jamás hayan sido usadas —le respondió—, seré tan débil como cualquier otro hombre.
12. Nuevamente, mientras él dormía, Dalila tomó cuerdas nuevas y lo ató con ellas. Los filisteos estaban escondidos en la pieza contigua como antes. Una vez más Dalila dijo:—¡Sansón, los filisteos han venido a capturarte!Pero él rompió las cuerdas con sus brazos como si fueran telas de araña.
13. —Te has burlado nuevamente de mí, y me has vuelto a mentir. Ahora dime cómo se te puede capturar.—Si tejes mi cabello con un telar —le dijo—, yo me debilitaré.
14. Cuando se durmió, hizo exactamente aquello y luego gritó:—¡Los filisteos han venido, Sansón! —y él despertó y arrancó la urdimbre y el telar con sus trenzas.
15. —¿Cómo puedes decir que me amas, si no confías en mí? —se quejó ella—. Ya te has burlado de mí tres veces y no me has dicho qué es lo que te da la fuerza.
16. Como Dalila lo acosaba e importunaba día tras día, él no pudo resistir
17. y finalmente le dijo el secreto.—Jamás me he cortado el pelo —confesó—, porque soy nazareo para Dios desde mi nacimiento. Si me cortaran el cabello, la fuerza me abandonaría y yo sería tan débil como un hombre común.
18. Dalila comprendió que finalmente le había dicho la verdad, por lo que mandó a buscar a los cinco jefes de los filisteos.—Vengan una vez más —dijo ella—, porque esta vez me ha dicho la verdad.Entonces ellos llevaron el dinero que le habían ofrecido.
19. Ella lo hizo dormir con la cabeza sobre sus rodillas, y ellos hicieron entrar a un barbero para que le cortara el cabello. Dalila se dio cuenta de que su fuerza lo había abandonado.
20. Entonces ella gritó:—¡Los filisteos están aquí para capturarte, Sansón!Él despertó y pensó: "Haré como antes: me desharé de ellos". Pero no se había dado cuenta de que Jehová se había apartado de él.