9. —¡De veras! —exclamó Jefté—. ¿Esperan que yo lo crea?
10. —Te lo juramos —respondieron—. Lo prometemos con un juramento solemne.
11. Entonces Jefté aceptó la comisión y fue hecho comandante en jefe y rey. El contrato fue ratificado delante de Jehová en Mizpa, en una asamblea general de todo el pueblo.
12. Luego Jefté envió mensajeros al rey de Amón preguntándole por qué atacaban a Israel.
13. El rey de Amón le contestó que la tierra pertenecía al rey de Amón y les había sido robada cuando los Israelitas llegaron de Egipto. Todo el territorio desde el río Arnón hasta el Jaboc y el Jordán lo reclamaba como suyo.—Devuélvenos pacíficamente la tierra —le exigió.
16. lo que ocurrió fue esto: Cuando el pueblo de Israel llegó a Cades en su viaje desde Egipto después de cruzar el Mar Rojo;
17. envió un mensaje al rey de Edom pidiéndole permiso para cruzar a través de su tierra, pero la petición fue negada. Le pidieron al rey de Moab un permiso similar, y allí ocurrió lo mismo. El pueblo de Israel permaneció en Cades.
18. Finalmente rodearon Edom y Moab a través del desierto, y viajaron por el límite oriental hasta que llegaron a la frontera de Moab en el río Arnón. Pero nunca entraron en Moab.
19. Entonces Israel envió mensajeros al rey Sehón de los amorreos, que vivía en Hesbón, y le pidió permiso para cruzar por su tierra para llegar a su destino.
20. Pero el rey Sehón no confió en Israel, y movilizó su ejército en Jahaza y lo atacaron.
23. Así es que, como puedes ver, fue Jehová Dios de Israel el que quitó la tierra a los amorreos y la entregó a Israel. ¿Por qué, entonces, hemos de devolverla a ustedes?
24. Conserva para ti todo lo que tu dios Quemós te dé, y nosotros retendremos todo lo que Jehová nuestro Dios nos dé.
25. Y además, ¿quién crees tú que eres? ¿Eres tú mejor que el rey Balac de Moab? ¿Trató él de recobrar su tierra después que Israel lo derrotó? No, por supuesto que no.