49. Jesús les respondió:—No tengo ningún demonio. Lo único que hago es honrar a mi Padre. Ustedes en cambio, me deshonran a mí.
50. Yo no busco que me den la gloria a mí; pero hay uno que sí la busca, y él es el que juzga.
51. La verdad es que el que obedece mi palabra, nunca morirá.
52. Los judíos dijeron:—Ahora estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió y también los profetas, pero tú dices que si alguno obedece tu palabra, nunca morirá.
53. ¿Acaso eres más importante que nuestro padre Abraham? Él murió, y también los profetas murieron. ¿Quién te has creído que eres?
54. Jesús les respondió:—Si yo me doy gloria a mí mismo, mi gloria no sirve de nada. Pero el que me da la gloria es mi Padre, el que ustedes dicen que es su Dios.