Juan 7:38-51 Nueva Biblia al Día (NBD)

38. De aquel que cree en mí, brotarán ríos de agua viva, como dice la Escritura.

39. Lo que quería decir con esto era que los que creyeran en él recibirían el Espíritu. El Espíritu Santo todavía no había venido, porque Jesús aún no había sido glorificado.

40. Al oír sus palabras, algunos de entre la multitud decían: «No cabe duda de que éste es el Profeta».

41. Otros decían: «¡Es el Cristo!» Pero otros preguntaban: «¿Cómo puede el Cristo venir de Galilea?»

42. La Escritura dice que el Cristo será descendiente de David, y que nacerá en Belén, el pueblo de donde era David.

43. La gente estaba dividida por causa de Jesús.

44. Algunos querían arrestarlo, pero nadie le echó mano.

45. Los guardias del templo volvieron a donde estaban los jefes de los sacerdotes y los fariseos, quienes les preguntaron:—¿Por qué no lo han traído?

46. Los guardias contestaron:—¡Nadie ha hablado nunca como ese hombre!

47. Los fariseos respondieron:—¿Así que también ustedes se han dejado engañar?

48. ¿Acaso ha creído en él alguno de nuestros jefes o de los fariseos?

49. ¡No! Pero esta gente, que no conoce la ley, está bajo maldición.

50. Entonces Nicodemo, que era uno de ellos y antes había ido a ver a Jesús, les dijo:

51. —Nuestra ley no condena a un hombre sin antes escucharlo y saber lo que hace.

Juan 7