1. Algún tiempo después, Jesús regresó a Jerusalén, donde se celebraba una fiesta de los judíos.
2. Allí en Jerusalén, junto a la puerta de las Ovejas, había un estanque rodeado de cinco pórticos. El estanque, se llamaba en arameo, Betzatá.
3. En los pórticos estaban acostados muchos enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban que se moviera el agua.